domingo, 19 de febrero de 2012

NO SEAS COBARDE BURGA


Me molesta el silencio terrible de Manuel Burga, quien en estos días no ha reivindicado el último atentado al fútbol peruano.
No hay nadie más conchudo que este tipo, quien se cree víctima de la injusticia e intocable en su eterno pedestal.
Aquí no hay novedad, desde que el mundo es mundo, la culpa la tiene el otro. Burga aplica esto como medio de vida. Para él los culpables de este desastre de nuestro fútbol son la ADFP, los clubes, los jugadores...
Cabría recordarle que el caótico momento del fútbol peruano es precisamente de la incumbencia del presidente de la FPF, como la propia denominación del cargo indica. No es honesto ni elegante echarle la culpa a quienes, a sus órdenes, están sometidos a la presión de las normas y bases que la FPF aprueba.
Seguro mañana lo escucharemos, en su radio preferida, demostrando su dominio de la oratoria con una batería de sinónimos para dejar claro que, a pesar de lo visto hasta ahora, su gestión al frente de la Federación Peruana de Fútbol no es tan desastre ni sus decisiones tan malas.
En 20 años en la FPF -recuerden que ingresó como secretario en 1992- su mensaje sólo propone acomodarse y deja flotando en el aire que nada puede modificarse.
Federico II, rey de Prusia, en el siglo XVIII, decía: "Yo y mi pueblo nos llevamos a las mil maravillas, tenemos un acuerdo y lo cumplimos a la perfección. Mi pueblo puede gritar todo lo que quiera y yo por mi parte hago lo que me dé la gana".
Los jugadores, los hinchas y los periodistas le han dicho de todo a Burga. Lo arrastran por las cunetas de la red. Lo insultan. El presidente de la FPF aguanta imperturbable. Pero, ya se sabe, peor es trabajar.
El fútbol se ha profesionalizado, mecanizado y mercantilizado. El fútbol ya no es un deporte, no es un juego... Es un negocio.
Los jugadores lo saben y por eso se fueron a la huelga. Ayer, pocos fueron a los estadios. Los juveniles jugaron solos, parecían extras de película. Y por supuesto, los clubes no tuvieron ingresos.
Burga tiene el poder para poner orden en el fútbol peruano. Los clubes que no tengan las mínimas condiciones económicas para solventar un plantel no deben participar en el Descentralizado. ¿El cobarde Burga se atreverá a poner mano dura?.
Por Jorge Esteves - Diario El Bocón

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